Día 11: Yellowstone - Winnemucca

Pusimos los despertadores un poco más pronto que los días anteriores, desayunamos por última vez en esta casa que tanto nos había encantado, cerramos maletas, repasamos bien no dejarnos nada, y unos pocos minutos antes de las 8 logramos salir.

Último amanecer en Montana

Sobre las 12 hicimos una parada para estirar piernas en Eden (un poco antes de Twin Falls), en una gasolinera llamada Travelers' Oasis, con una tienda gigante, y unos baños tan impolutos, como creo que nunca los he visto en una gasolinera.

Menudas autocaravanas

Seguimos un poco más hasta Wells, ya en el estado de Nevada, allí pasada la 1 paramos a comer algo rápido en McDonald’s junto la gasolinera Love’s; los cinco menús nos costaron 46 $ (salimos a 8 € por persona).

Entre McDonald's y la tienda, un casino. Se tiene que notar que estamos en Nevada

Tras la comida para amenizar los kilómetros, jugamos a unas preguntas de Trivial para pasar el tiempo y que se nos hiciera más ameno el viaje; al final echamos dos horas, y cuando nos dimos cuenta sólo nos quedaban 30 minutos para llegar a Winnemucca.

Con estas carreteras y este paisaje, es necesario buscar algún entretenimiento extra

Al llegar a Winnemucca repostamos en la gasolinera Maverik, otra cadena de gasolineras con tienda gigante. Al final fue un día de "turismo de gasolineras", la verdad que todas muy bien.

Poco más de las 5 de la tarde llegamos al hotel Days Inn by Wyndham, a pesar de haber hecho más de 800 kilómetros, al final se nos hizo menos pesado de lo que pensábamos.

Una vez en las habitaciones, no sabíamos que hacer, porque en ese pueblo no había nada que ver, y como no queríamos quedarnos dormidos en la habitación, al final nos fuimos al Walmart, dimos una vuelta y aprovechamos para comprar desayunos para nuestros días en San Francisco.

Antes de las 8 fuimos a cenar, en Nevada habíamos tenido el cambio de hora, y para nosotros eran las 9. Elegimos un mejicano, Chihuahua's Grill & Cantina, pedimos pollo, tacos y burritos; y todo nos resultó riquísimo. La cena junto las cervezas y refrescos costó 146 $ con propina incluida (salimos a 27 € por persona), entre una camarera que habla español y la comida que nos resultó tan rica, al final una cena espectacular.

Total que a las 9 y poco en la habitación, un poco de tertulia y a las 11 a dormir. Mañana llegábamos a la bonita San Francisco, que iba a ser ya nuestro destino final.

Kilómetros aproximados: 885.